EL RASTRO DEL CINE EN LAS NOVELAS DE SANTIAGO POSTEGUILLO

Cultura

El rastro del cine en las novelas de Santiago Posteguillo

El exitoso escritor español protagonizará la charla ‘El cine y yo’, el jueves 2 de mayo a las 4 p.m.

Julio César Guzmán

Las novelas históricas de Santiago Posteguillo se leen como quien ve una película. En su exitosa Roma soy yo (el libro más vendido en España durante el año 2022, con más de 300.000 ejemplares) describe la batalla de Aquae Sextiae cual si fuera una transmisión de fútbol: salta de la defensa teutona al ataque romano, narra el avance de las tropas como una jugada de gol. 500 pasos, 400 pasos, 300 pasos de distancia... ​ ​(Le recomendamos: Santiago Posteguillo habla de su novela Roma soy yo)

“Hay momentos en los que en mis novelas estoy buscando no solo cómo narrar para que sea interesante, sino a veces dónde ‘poner la cámara’ –admite el autor nacido en Valencia en 1967–. Estoy recordando la escena final de ‘Los Fabelman’, de Steven Spielberg: la entrevista de cinco minutos con John Ford. Este señala un cuadro y dice: “¿Ves ahí el horizonte? ¿Dónde está? Si la cámara está enfocada hacia arriba o hacia abajo, entonces es interesante. Y si está en el mismo nivel, no es interesante”. La metáfora del cine puede derivarse de sus estudios de literatura creativa en Estados Unidos, donde aprendió técnicas para renovar su prosa, generalmente dedicada al imperio romano y salpicada de palabras en latín: “Cuando escribes una novela –prosigue Posteguillo–, también tienes que pensar dónde pones la cámara narrativa, porque en función de lo que enseñes en tu narración lo puedes hacer más o menos interesante. Estás jugando con acontecimientos históricos que son conocidos, así que es importante pensar cómo los vas a contar”. Esa frescura para relatar hechos ocurridos hace veinte siglos le ha deparado no solo el éxito en ventas, sino galardones como el como el Premio Planeta en 2018, el de Literatura Histórica en 2013 y el Onda Cero de Literatura en Castellón, en 2018. Los numerosos reconocimientos son tan amplios como sus mismas novelas: Roma soy yo tiene casi 700 páginas y la más reciente, Maldita Roma, segunda de su saga sobre el mítico Julio César, supera las 830. Sus fieles lectores devoran más de diez títulos traducidos al italiano, el portugués, el polaco, el checo y próximamente al árabe. (Otro escritor en 'El cine y yo': "Leer significa ponerse en el papel del otro": Mario Mendoza) Posteguillo regresa esta semana a la Feria del Libro de Bogotá para protagonizar conferencias y entrevistas, pero además para contar su vida y su obra en la charla ‘El cine y yo’, el próximo jueves 2 de mayo, a las 4 p.m. en el Auditorio José Asunción Silva. Antes de revelar secretos de su prolífica carrera por medio de sus películas favoritas, habló con EL TIEMPO desde España.

¿Recuerda cuál fue la primera película que vio en su vida?

Es difícil trazar los primeros recuerdos, las primeras nociones, no sabría decirlo. Además, en mi infancia era una época cuando mis padres iban poco al cine y en la televisión teníamos un canal y medio, porque solo estaba Televisión Española 1 y el segundo canal empezaba a emitir apenas por las tardes. Puedo recordar que los sábados había un programa que ponía películas clásicas. Me acuerdo de haber visto algunas de John Wayne, por ejemplo. O títulos históricos como Espartaco, de Kubrick; o Ben-Hur, ‘QuoVadis...

¿Tuvo el cine alguna incidencia en su manera de escribir?

Alguna vez vi un ciclo de Hitchcock, grandísimo narrador audiovisual, y allí conocí el componente del suspenso de una forma magnífica. Es muy importante aprender a generar intriga, especialmente en un género como el de la novela histórica, donde normalmente el lector puede saber los grandes acontecimientos históricos que estás contando. En mi caso, cuando hablo de Julio César la gente sabe cómo va a acabar Julio César. Mantener el interés, en este caso, durante seis novelas de 800, 900 páginas, tiene que conseguirse a través de estrategias adecuadas para mantener el suspenso.

¿Sus novelas podrían llevarse al cine?

Nadie se ha atrevido todavía a hacer una adaptación cinematográfica de ellas. Lo veo difícil porque yo no quiero que se haga cualquier cosa, que se hurte el componente de espectacularidad que llevan mis novelas. Y eso comporta un problema de costo brutal: por ejemplo, cuando ven la batalla de Zama y hay 80 elefantes, pues se ponen nerviosos, ¿no? Me dicen que se puede hacer con efectos especiales, pero tú sabes que unos buenos efectos especiales también son costosos, no los puede hacer cualquiera ni se pueden hacer con cualquier equipo. Entonces va a costar mucho que se hagan producciones audiovisuales de mis novelas.

¿Cuál fue su formación en Estados Unidos?

Fue una experiencia muy positiva. La universidad en la que yo estaba era Denison University, que es privada, más pequeña, como a una hora de Columbus, la capital del estado de Ohio. Fue un desafío porque me fui un poco a lo desconocido, a una universidad donde impartían literatura creativa. En los años 80, ese concepto ni se concebía en España. Ahora en las universidades españolas se imparten talleres, hay un grado en literatura creativa en una universidad privada y másteres de literatura creativa en varias universidades públicas. Creo que supuso un cambio cualitativo en mi formación como narrador.

Parece que siempre estuvo expuesto a la cultura anglosajona…

Pues a mí me gusta la música de los Beatles, es un grupo que más allá de la música –que siempre me ha gustado–, recuerdo siempre estar traduciendo sus letras, fue uno de los grupos musicales a través de los cuales yo aprendí inglés. O sea que les tengo particular aprecio.

¿Cuánto tiempo estudió en EE. UU.?

Estuve un año en Ohio. Ya había pasado varios veranos en Estados Unidos y luego también estuve estudiando en el Reino Unido, tanto en la Universidad de Edimburgo, en la Politécnica Central London, y también la tesis doctoral en Lancaster University, al norte de Inglaterra. Es decir, que he hecho un recorrido amplio por el sistema universitario anglosajón y ciertamente se aprende bastante. Al final, he terminado impartiendo clases por invitación en la Universidad de Cambridge, con relación al tema en el que me he especializado, como narrador de novela histórica. ​ ​(Otro artista español en 'El cine y yo': El Kanka lleva en su alma versos de amor por Colombia)

El regreso de Julio César

Antes de estar en ‘El cine y yo’, Posteguillo participará en dos eventos de la Feria del Libro de Bogotá, el martes 30 de abril y el miércoles primero de mayo. Ambos girarán en torno a su más reciente novela, Maldita Roma, que muestra a un Julio César más maduro, luego del exilio que tiene que purgar al final de Roma soy yo. Ambas novelas forman parte de una serie de al menos seis volúmenes en torno a la figura legendaria de Cayo Julio César, el hijo de Aurelia que llegó a dominar el imperio romano. (Más literatura en 'El cine y yo: Le recomendamos Jorge Franco se apoya en el cine para tejer su nueva novela)

¿Qué recepción ha encontrado con ‘Maldita Roma’?

Este libro lo tenía muy difícil con respecto a Roma soy yo, que fue la novela más vendida en España en el 2022 y también número uno en varios países de América. Pero Maldita Roma se ha empeñado en seguir la estela. Y también en Colombia me consta que ha estado entre las más vendidas durante muchísimo tiempo. Lo mismo ha pasado en otros países de América Latina. De momento, la saga de César parece que está manteniendo un nivel de recepción consistente y muy elevado, me lo tomo como estímulo para estar trabajando con todas mis energías en la tercera novela.

En esta, se mete con un personaje muy presente en el cine: Espartaco…

Sí, desde 1960, cuando Kubrick hizo una versión sin tanto efecto especial, pero con una gran cantidad de extras. Y luego hay nuevas versiones, e incluso una serie de televisión que se hizo hace muchos años también, con componentes de violencia y de sexo bastante elevados. Todo eso estaba en mi mente cuando escribía ‘Maldita Roma’, porque ¿cómo hacer interesante una historia, como la de Espartaco insertada dentro de la saga de Julio César, para quienes ya han visto la película? Aquí lo que pensé es que no tienes que competir con lo que se ha contado bien, pero sí ver cómo lo puedes contar de forma complementaria. Y me di cuenta de que el guionista Dalton Trumbo, el de la versión de Kubrick, se alejó de la historia real de Espartaco.

¿No es fiel a la historia?

Ni la rebelión de Espartaco empezó como se nos cuenta en la película de Kubrick ni el desenlace es como se nos cuenta en la película. Son escenas espectaculares y desde el punto de vista cinematográfico funcionan maravillosamente. Pero no fue así como las fuentes clásicas nos comentan que empezó y terminó la rebelión de Espartaco. Si alguien quiere saber cómo dicen las fuentes clásicas que empezó y terminó, está contado en ‘Maldita Roma’. Y de esa forma sí que creo que añado algo que a los lectores les puede interesar.

Si alguien quiere saber cómo dicen las fuentes clásicas que empezó y terminó (la rebelión de Espartaco), está contado en ‘Maldita Roma’

¿Qué representa América Latina para usted como escritor?

En la medida en que yo me centro en escribir novelas de la antigua Roma, pensaba que esto podía interesar mucho en España y en otros países europeos, como Italia, en donde me traducen, o en Francia, Alemania... Y pensaba erróneamente que el mundo clásico podía ser considerado en América como algo mucho más distante o de menor atracción. Sin embargo, me he dado cuenta de que en toda América Latina el mundo clásico interesa muchísimo y que por hablar español se siente esa conexión directa con el latín y con todo el mundo romano y clásico, por extensión.

¿Algún afecto especial por Colombia?

Yo creo que a Colombia habré ido no menos de diez veces. Y desde la tercera novela, por el año 2009, estoy viajando casi todos los años. Luego he viajado a Argentina, a Chile, a Perú, a México, de forma repetida también, pero Colombia es el país a donde más he acudido. Cada vez que cruzo el Atlántico, que es un esfuerzo por los cambios horarios y las agendas que llevamos, también es muy estimulante y gratificante encontrarte en la otra punta del mundo con un montón de lectores y lectoras que están interesados en lo que haces Y críticos y periodistas: eso es muy emocionante y se lo agradezco enormemente a Colombia. Por Julio César Guzmán (@julguz) Editor de la Mesa Audiovisual de EL TIEMPO ​ (Una última recomendación: Rubén Albarrán, de Café Tacvba, cuenta por qué había desechado el camino musical)​

Agenda de Posteguillo en la Feria del Libro de Bogotá

Santiago Posteguillo será una de las estrellas en la última semana de la Feria del Libro de Bogotá, que concluye el jueves 4 de mayo. Este filólogo y lingüista dictará la conferencia ‘Roma no negocia con nadie, ni con César’ el martes 30 de abril, a las 3 p.m. Allí hablará de su más reciente novela, ‘Maldita Roma’. El miércoles primero de mayo a las 5:30 p.m. conversará con Susana Castellanos sobre la visión del mundo actual desde la antigua Roma. Y el jueves 2 de mayo cerrará su participación con ‘El cine y yo’, una charla con el periodista de EL TIEMPO Julio César Guzmán, a las 4 p.m. Como siempre, el evento es organizado por este diario, la Cinemateca de Bogotá, el Instituto de las Artes Idartes y, en este caso, la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Julio César Guzmán

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