SARA URIBE CONFESó: “YO TAMBIéN Sé QUé ES QUE LE CORTEN A UNO LOS SERVICIOS”

Con nostalgia, la presentadora Sara Uribe recordó los duros momentos que tuvo que pasar para salir adelante. Así fueron sus inicios como empresaria.

No solo es una de las modelos y presentadoras más comentadas del país por su belleza, Sara Uribe también se ha convertido en un ejemplo de resiliencia para muchos de sus seguidores en redes sociales.

La antioqueña saltó a la fama luego de su participación en Protagonistas de novela. Desde entonces, comenzó su carrera en la televisión y el modelaje que le han permitido gozar de fama y reconocimiento.

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La lucha de Sara Uribe por sobrevivir

En varias oportunidades, la presentadora Sara Uribe ha contado varios detalles de su historia de vida y cómo fueron sus luchas por salir adelante. En las últimas horas publicó un video en sus redes sociales recordando, con mucha nostalgia, todo lo que tuvo que enfrentar cuando la situación económica de su casa no era la mejor. Así fueron sus inicios como emprendedora, lejos de imaginarse en lo que se convertiría hoy en día.

“Recordé muchos momentos duros por los que me tocó pasar. Mi primer trabajo fue vendiendo pulseras, después vendí tortas, después esmaltes, después ropa, mejor dicho, yo vendía todo lo que se me atravesaba en mi vida, porque a mí siempre me ha gustado ganar mi propio dinero”, aseguró.

Pese a malas ofertas que le llegaron, Sara Uribe supo mantener su espíritu aguerrido, afirmada en los valores que le fueron inculcados en casa: “Obvio no faltaron esas propuestas en las que yo podía ganar más, con menos, claro, pero no, esta niña seguía insistiendo en que lo que se trabaja es más satisfactorio, entonces yo vendía y revendía lo que hubiera. Para mí, yo era una gran empresaria, pero puro cuento yo no sabía manejar una empresa, pero yo tenía mi propia empresa y era yo misma”.

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Durante ese proceso, Sara Uribe encontró personas que le brindaron su apoyo, entre ellas, algunas de sus tías quienes le daban para que comprara los ingredientes de sus tortas, además, algunos allegados que también la apoyaban económicamente.

“Yo a veces me iba con mi mamá para los talleres de barrio a ofrecer camisetas y esperábamos los 15 para ir a cobrarles, así yo me hacía los 280 mil pesos que costaba el arriendo, más los servicios, más la salud de mi mamá, más los 1.000 diarios que necesitaba para montarme al bus, al tiempo, yo llegué a la televisión y fui presentadora y me pagaban con la ropa que me ponían, entonces yo no usaba esa ropa y yo la vendía y así yo iba recogiendo y la vida se me estaba haciendo más fácil”, reveló.

Sara Uribe fue víctima de estafa

La situación económica de su casa no era la mejor. Junto a su madre y su hermano menor tuvieron que enfrentar algunas situaciones difíciles: “Yo también sé qué es que le corten a uno los servicios, yo sé qué es robarle parabólica al vecino, sé lo que es tener como prioridad la pipeta del gas y no comprar la cremita para la cara. Cuando yo no tenía para eso, dije, ‘tengo que trabajar duro, lo tengo que conseguir y me voy a comprar todo lo que yo quiero en mi vida’”.

Cuando la presentadora logró estabilizarse económicamente y cuando creía que su vida iba muy bien, fue engañada y estafada por una persona a quien consideraba su amiga.

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“En un momento de mi vida, fracasé, quebré. Confié en personas que no eran igual que yo, que no habían pasado por lo mismo que yo, se me derrumbaron mis sueños, caí en una depresión que no saben, pero yo estaba preparada para la guerra y volví y me paré, no una, ni dos, ni tres, las veces que fueran necesarias porque yo ya sabía qué era trabajar honradamente”, dijo con mucha nostalgia.

Finalmente, aprovechó para enviarle un mensaje a sus seguidores para que no se rindan. “Si todos miramos nuestro pasado, tenemos motivos para sonreír. Mis motivos han sido las tardes trabajando en el centro, vendiendo camisetas en los talleres y recorriendo las calles de mi ciudad. Gracias a la vida por tanto y por tenerme en donde estoy porque cuando todo lo malo pase, yo ya tengo una hoja de ruta para renacer. No te rindas”.

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