ZENDAYA ES LA PRIMERA ACTRIZ QUE SE POSICIONA POR SORPRESA COMO CANDIDATA A LOS PREMIOS OSCAR 2025 CON SU PRIMERA PELíCULA COMO PROTAGONISTA ABSOLUTA

Para algunos lleva siendo una estrella desde su infancia en Disney Channel; para otros saltó a la fama como el interés amoroso dentro y fuera de la pantalla del último Spider-Man. Hay quién no compró el fenómeno hasta que la vio convertido en yonqui en Euphoria, papel que le ha dado un Emmy en cada una de sus temporadas. Quizás todavía quedaba gente que no la llamó estrella hasta verla triunfar en Dune y, sobre todo, en Dune: Parte 2, dónde sí tenía un papel relevante. Otros, por supuesto, no les hizo falta ver series ni películas para llamarla estrella, solo sus históricos looks en las alfombras rojas de todo tipo y condición. A sus 27 años Zendaya es ya de manera indiscutible la reina del Hollywood del presente, pero también hay que recordar que no ha sido la verdadera protagonista de una gran película hasta Rivales.

Aunque su fama sea sideral, la estrella va más lenta en su carrera de lo que podría parecer, y más si la comparamos con Emma Stone, Jennifer Lawrence, Saoirse Ronan o Elle Fanning. Pero lo cierto es que la joven, que lleva manejando su carrera también como productora de sus proyectos desde que era una adolescente en Disney, dispara poco pero siempre para dar en la diana. Por eso, aunque parezca la nueva película de una actriz que tenemos hasta en la sopa, Rivales tiene gran parte de debut, de consagración, de verdadera presentación en sociedad de una Zendaya que confirma querer ser recordada más por su número de Premios Oscar que por sus millones de seguidores en Instagram.

Por eso no nos extraña que muchos se sorprendieran ante esta frase que incluía su post de Instagram con imágenes tras las cámaras de la película: "Esta es la primera vez que lidero una película de esta manera, así que estábamos nerviosos, pero la emoción y el aliento de todos han significado mucho para mí". Por eso, pese a que dos Emmys adornen sus estanterías y pueda llamar a cualquier director y pedirle un papel, esta Rivales era una prueba de fuego para Zendaya. Responsable también de la producción de la película, como en la mayoría de sus proyectos, la joven se ha rodeado de dos estrellas mucho menos conocidas que ella, Mike Faist y Josh O'Connor (ni Austin Butler, ni Timothée Chalamet, ni Tom Holland) en un paso valiente que viene marcada por el director, Luca Guadagnino.

Rivales podría haber sido una película inspiradora sobre una tenista afroamericana que saca a su familia de la pobreza con talento y trabajo, algo así como El método Williams en buena. Pero Zendaya no ha venido aquí ni a marcar casillas ni a hacer telefilmes que, bueno, puede que te den un Oscar, pero que no duran ni media hora en la memoria. Zendaya sabe que lo que le ha llevado hasta donde está es ser icónica. Así, Rivales se convierte en un triangulo amoroso, provocativo, lleno de sensualidad, de intriga, de personajes complejos, de carne, sudor y gritos. Ella está sexy, está malvada, está misteriosa y está incluso intimidante. Todo gracias a haberse entregado a un director como Luca Guadagnino, que ya consiguió un salto similar con Call Me By Your Name para la carrera de su amigo Timothee Chalamet. Es, a la vez, una confirmación de su talento pero también una expansión de su imagen. De paso, y no de forma primordial, otro clavo en el ataúd de su recuerdo de estrella adolescente.

Que Zendaya llegará tarde o temprano a la gala de los Oscar para algo más que dar algún premio o llevarse todos los flash en la alfombra roja es un secreto a voces. Pero lo cierto es que no nos extrañaría nada, aunque la película se ha estrenado en la peor época para ello, que Zendaya fuese candidata al Oscar a Mejor Actriz Principal en 2025 por Rivales. Nosotros, desde luego, ya la ponemos de manera merecida (al fin) en un sitio que lleva ya tiempo reservando, la de firmes candidatas.

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